domingo, 10 de febrero de 2013

Princesas y futbolistas


En este artículo de Santiago Roncagliolo se nos relata la preocupación de un padre porque la sociedad trate mal a su hijo por ser como es, "diferente". Su preocupación viene de que él cuando pequeño lo paso muy mal y no quiere que su hijo pase por lo mismo. Por lo que intenta que sea como los demás niños, pero esto no funciona, a su hijo le gusta jugar con muñecas, el color rosa y colorear a Campanilla. Finalmente el pequeño le da una lección a su padre de que no se dejará fastidiar, ya que si lo fastidian por ser como es, el también los fastidiará.

Pep Montserrat

En mi opinión, la preocupación del padre es irónica ya que si él es homosexual y vive en el siglo XXI como dice, no debería alentar a su hijo a ser como la sociedad crea que haya que ser para ser "normal". Si a su hijo le gustan "las cosas de niñas" pues que juegue con eso, lo importante a esa edad (4 años) es que los niños se diviertan, sean niños y descubran la vida. Y el problema de que otros niños se metan con su hijo no viene de los prejuicios de esos niños, sino de los de sus padres, porque los niños no tienen prejuicios si no se les inculcan. Por lo que creo que el problema de la sociedad para aceptar a las personas, que según ellos son "diferentes" (niños que juegan con "cosas de niñas" (y viceversa), homosexuales, bisexuales, inmigrantes, etc.), solo se resolverá cuando aceptemos que todos somos diferentes, incluso entre los "normales".

Aunque por otro lado pienso que su hijo es un reflejo de como le gustaría haber sido, una persona con carácter capaz de enfrentarse a la sociedad sin importarle lo que esta dijese o pensara de él.

¿Y tú que opinas?


Ana Gómez Romero.






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