miércoles, 10 de abril de 2013

De vendedor de pañuelos a aspirante a juez

Todos conocereis al famoso africano que vende kleenex en el semáforo de plaza de armas.
Su lema es siempre es el mismo: arrancar una sonrisa a la gente, la misma que él brinda. Para ello, se disfraza cada día. En su casa de la localidad de Camas, donde vive de ocupa desde hace 8 años, tiene hasta 200 trajes: pantera, caperucita roja, monja, faraona, princesa, vaca, tigresa, centurión romano, bebé y hasta de torero, aunque su favorito es el "de Cleopatra".

Hoy, orgulloso y feliz, explica que está cumpliendo uno de sus  grandes sueños: estudiar Derecho en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). "Mi padre quería que estudiara esta carrera. Siempre he querido ser juez", dice.

Para conseguirlo, todas las tardes se sienta delante de los libros en su casa de la localidad sevillana de Camas. "Este año solo me he matriculado de dos asignaturas porque no tengo más dinero", comenta.
Con tan solo 16 años, Jackson huyó de la guerra de su país:Liberia. Perdió a su familia y sobrevivió como pudo. Pasó mucho hasta llegar a España. 
                                      

La suya es una historia de auténtica superación que un día le gustaría publicar.¿Que opináis de lo que ha conseguido este hombre?¿Y de los inmigrantes que vienen a españa con sueños y se encuentran con una vida peor que de la que huían?¿Que soluciones dais  a los apátridas(gente que carece de nacionalidad)?

Para ver la noticia pincha AQUÍ.

4 comentarios:

  1. Me ha llamado la atención esta noticia porque no hay sevillano que no conozca a este increíble chico. Cruzando el paso de cebras o en coche nos asombra con sus disfraces, canciones y todo lo que se le ocurra en el momento haciendo sacar como bien dice Marina una sonrisa a todo el que lo ve.

    Llevamos toda la vida viendo a gente que pide en los semáforos. Llega un momento en el que no se puede dar dinero a todos pero los ves que están a 40 grados al sol en verano, debajo de la lluvia cuando diluvia y cuando más frío hace. A mucha gente se le olvida que esa gente que está ahí no eran los pobres de su país, que son los "afortunados" que han podido pagar el viaje para llegar hasta aquí.

    Detrás de cada persona hay una historia tan asombrante como la que aquí vemos. Me alegro de que este hombre esté intentando estudiar y aún así no puede hacerlo bien por las altas tasas (que seguirán subiendo) que arrebatan todavía más las pocas posibilidades que les quedan.

    Los inmigrantes en España son desprestigiados, criticados y rechazados. Les culpan de que ocupen trabajos que nadie quería en su momento, sinceramente esto me parece lamentable y vergonzoso. Los españoles hemos sido siempre emigrantes, lo que pasa es que no nos acordamos, pero visto lo visto parece que la historia se repite. Y sí, nos trataron igual o peor que lo que tiene que soportar los que están actualmente en nuestro país. Un poquito de empatía.

    Me llamó mucho la atención hace unos meses unas imágenes que salieron de unos inmigrantes que llegaron a España besando el suelo cual paraíso. Desgraciadamente, el sueño no les durará mucho, aquí dejaron de haber posibilidades y oportunidades hace mucho tiempo, pero aún así con una sonrisa responden que cualquier cosa mejor que vivir en el infierno del que venían.

    Los gobiernos no hacen nada al respecto con este tipo de problemas y normalmente las medidas que toman consisten en obviar el problema o la repatriación, es decir, que no solucionan absolutamente nada. Curiosas actitudes tiene ser humano

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con Clara. Hacemos uso de la crítica fácil a los inmigrantes, son uno de los colectivos a los que más fácilmente culpamos por ocupar los puestos de trabajo que otrora rechazamos. Presupongo que mucha de la gente que se centra en este aspecto no habrán viajado mucho, y lo que es más importante, solos.

    ¿Cómo podemos criticar a los inmigrantes cuando es esa la condición que probablemente nos depara el futuro? La mayoría de nosotros tendrá que emigrar para buscar un empleo, y entonces nuestra condición no distará mucho de la de los inmigrantes en España.

    Pero la estupidez del homínido español no acaba ahí. No contentos con ser unos auténticos burros en nuestro territorio, queremos exportar esta cualidad "marca España" a otros países, e intentar que el entorno se adapte a nosotros en vez de adaptarnos nosotros a él. Además de puro barbarismo, nos deja en una posición muy poco ventajosa

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  3. La verdad que me ha encantado leer esta noticia porque, como a dicho Clara, todos conocemos a este hombre, y saber cual es la historia que esconde tras esa sonrisa me ha llamado mucho la atención.

    Creo que deberíamos tomar un poco de ejemplo que, con todo lo que ha vivido, con perseverancia y alegre siempre, va a conseguir su sueño a base de vender unos simples kleenex.

    Quizás, si los españoles nos conformáramos con un trabajo menor, y si hubiésemos vivido situaciones como las de este hombre, ahora todos seríamos un poco más felices y sabríamos valorar más las cosas que tenemos. Hemos nacido en la comodidad, y estamos acostumbrados a ella, si un día falta la barra de pan en casa, nos parecerá un mundo, mientras que millones de personas sobreviven día tras días comiendo lo que pueden o simplemente no haciéndolo.

    En fin, creo que hay que aprender más sobre personas luchadoras como esta y tomar ejemplo que, con perseverancia y confianza, puedes cumplir tus sueños.

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  4. Es increíble que una persona siga con tanto ímpetu y fuerza su sueño, un auténtico ejemplo de superación el realizado por este joven que tan bien conocemos todos. ¿Quién no se ha fijado en la extravagancia de sus disfraces al bajarse del autobús en Plaza de Armas o al ir hacia allá?¿A qué sevillano no le ha llamado la atención? Y ahora nos sorprendemos con esta noticia, gratamente imagino en general, de que pueda estudiar una carrera y ser juez. De cómo ha pasado de la guerra y la miseria ha la huida hacia España, que desde la máxima humildad que presenta vender pañuelos en un semáforo a estudiar una carrera. Y cómo la estudia, invirtiendo el poco dinero que obtiene en matricularse en las asignaturas que puede.
    Esto hace recapacitar a todo el mundo como bien defienden mis compañeros, de que debemos apreciar todas las posibilidades que tenemos y no desaprovecharlas, porque millones de personas se cambiarían por una de nuestras oportunidades, por nuestra suerte de que no nos falta nada.

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