jueves, 25 de abril de 2013

El cuerpo como bandera feminista.


No parece la misma mujer. Amina Tyler, una tunecina de diecinueve años, tuvo la osadía de colgar en Facebook el pasado día 1 de marzo una foto suya con el torso desnudo. Aparecía maquillada, fumando y con una leyenda en árabe en su pecho: “Mi cuerpo me pertenece y no representa el honor de nadie”.

A los pocos días de exhibir su atrevida foto cuenta que charlaba con unos amigos en una cafetería del centro de Túnez cuando un primo suyo y su padre la sorprendieron agarrándola con fuerza y llevándosela a casa. Su secuestro movió a las activistas de Femen a emprender una campaña acerca de Amina Tyler.

La joven escapó del encierro el 15 de abril y ha contactado desde su escondite con Femen. Dice que pasó varias semanas en casa de su tía, privada de comunicación con el mundo exterior, golpeada, aturdida por los medicamentos que le daban para que estuviera tranquila y obligada a estudiar el Corán y escuchar a un imán durante varias horas al día. Hasta que huyó.

Su madre ha declarado a la agencia France Presse temer por su hija porque lleva seis años en tratamiento psiquiátrico. Es la explicación que siempre ha dado la familia: que está loca. “No es ella la que está loca”, dice la abogada,  “es la sociedad la que está loca”.

El mensaje de Femen está calando con especial fuerza en los países árabes, donde las mujeres ven retroceder sus derechos. Allá donde se extiende el velo integral como un deber religioso inexcusable.

La abogada de Amina Tyler le ha recomendado que abandone Túnez. Puede ser condenada a seis meses por escándalo público. Ella está dispuesta a irse. Pero antes, ha dicho, hará otra protesta. En toples.


                                                     

Me parece perfecto que se usen formas diversas de denunciar injusticias.

El tratamiento informativo que se le dedica a los cien mil actos de protesta que se hace todos los días es insultante, pero en cuanto una mujer utiliza su cuerpo como medio de reivindicación, se paraliza el mundo,pero no porque la sociedad capte el mensaje que ella quiere trasmitir, sino porque seguimos viviendo en un mundo patriarcal que ve y trata a muchas de las mujeres como objetos de  deseo.

Nos cansamos de decir que el desnudo femenino ya está normalizado en nuestra sociedad "igualitaria, pero si eso fuera cierto esta forma de protesta no tendría la mayor importancia y las portadas con desnudo dejarían de vender.

Asusta ver a una mujer con burka. Y es triste saber que ha hecho falta llegar a esto, a este extremismo para que la gente comience a reaccionar. 

Son lo islamistas  los que ejercen la violencia obligando a sus mujeres a cubrir sus cuerpos y hacerlas sentir como una raza inferior.

Cada persona, hombre o mujer, tiene que luchas por mostrarse tal y como es.




María Giles.











1 comentario:

  1. Me parece genial la protesta y la forma en la que lo ha hecho esta mujer, y la respeto por no tener miedo y enfrentarse a una verdad que para los islamistas es pecado. Pero las mujeres no pertenecemos a nadie, somos libres de hacer lo que queramos con nuestras vidas y con nuestro cuerpo y no, no somos inferiores a los hombres, somos iguales.
    Es triste que ahora Amina Tyler tenga que dejar su país, pero si este no la respeta, es lo mejor que puede hacer. Y espero que tenga mucha suerte en su próxima manifestación y que aunque no consiga que la gente de su país cambie, espero que las mujeres que se encuentran en la misma situación, reprimidas por estos prejuicios de la sociedad islamista, se levanten y acaben de una vez por todas con la situación de machismo en la que se encuentran.

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