sábado, 6 de abril de 2013

La publicidad implanta memorias falsas en tu memoria.

Un estudio científico muestra que el marketing es capaza de crear experiencias falsas en nuetro cerebro llevando la historia de un anuncio a nuestro recuerdos.

¿Recordais ese veano hace año ya? La luz del sol hacía diamantes en la arena, una fresca brisa soplaba las hojas de tu libro, en la orilla un grupo de chicas jugaba con las olas y correteaban por la playa lanzando un frisbee que un bonito labrador intentaba coger. Tu colega te pasaba una cerveza con un guiño en el ojo y abría la suya lentamente. Esto es lo que llamamos la buena vida, pero entonces, cuando vas a darle el trago a la cerveza te das cuenta de que algo no encaja en este recuerdo. En esa playa no había Sol, tu amigo no bebía cerveza y no había chicas.

En realidad, eso nunca ocurrió, pero puedes saborear la cerveza en este momento. Es como si la cervecería hubiera puesto ese producto en tu cabeza. ¿Pero entonces, de dónde viene ese recuerdo? Posiblemente de los anuncios de televisión que hemos visto.

Un estudio publicado en The Journal of Consumer Research ayuda a explicar cómo las estrategias de marketing llegana implantar recuerdos que nunca ocurrieron relacionados con un producto en la mente del consumidor. Al parecer, los anuncios logran engañar al hipocampo(el centro de memoriade largo plazo del cerebro) y le hacen creer que lo que acaba de ver sucedió de verdad.
En un experimento se les presentó a 100 estudiantes un nuevo producto de palomitas llamado con un nombre falso. Luego, se les asignó a los estudiantes aleatoriamente diferentes condiciones publicitarias. Algunos vieron anuncios de poco contenido visual que describían el delicioso sabor de este nuevo alimento. Otros fueron expuestos a comerciales de alto contenido visual en los que vieron todo tipo de personas felices disfrutando de ese producto. Después de ver la publicidad, los estudiantes fueron asignados a una de esas habitaciones. En una de ellas se les hizo un sondeo no relacionado. En la otra se les dió na muestra de estas palomitas de maíz de nombre falso.

Una semana después a los estudiantes se les examinó a propósito de su memoria sobre el producto. Los estudiantes que vieron los anuncios de poco contenido visual rara vez reportaron haber probado las palomitas, pero aquellos que vieron los comerciales de alto impacto visual respondieron en varios casos haber probado las palomitas de maíz a pesar de no haberlo hecho. Y dijeron de haber probado las palomitas de forma contundente. La delusión era verosímil: no les gustaban porque hubiesen visto un buen anuncio, les gustaban porque tenían buen sabor.

Los científicos se refieren a esto como "efecto de la falsa experiencia". Ver el comercial vivido creó una falsa memora de haber comido las palomitas, pese a que haber comido ese producto inexistente habría sido imposible. Como resultado, los científicos dijeron que los consumidores debemos de estar alerta al procesar anuncios de alto contenido visual.

Aunque parece imposible que un anuncio nos haga pensar que nos gusta un producto que no hemos consumido, según como dice un tal "Johan Lehrer" esto se debe a "la recosolidación de la memoria".La reconsolidación está enraizada en el hecho de que cada vez que recordamos algo lo recreamos, hasta el punto de alterar los detalles neuronales

Esto nos muestra la naturaleza programable del cerebro, el cual, fácilmente puede ser ocupado y dirigido por la propaganda y la publicidad, pero igualmente puede ser codificado hacia un "pasado" deseado, para un "futuro" deseado por ti mismo. Si bien esto no significa que intentemos implantar recuerdos felices en nuestro pasado similares a anuncios felices o de autosuperación que vemos en televisión para proyectarnos en el futuro.

Y bueno, ¿Qué opináis respecto a esto?¿Pensais que estamos influidos por todo lo que sale en televisión?


Adán González Reina.

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