domingo, 7 de abril de 2013

La telerrealidad mata

  Está claro que los reality-shows son un éxito. Da igual que estén encerrados en una casa, perdidos en una isla, o en cualquiera de las variantes que no dejan de inventarse los imaginativos productores. Todo el mundo los conoce, no hay duda. Cada programa alcanza límites de audiencia, y no sólo el programa, los demás en los cuales se habla de ellos, revistas en las que los concursantes hacen portadas, en definitiva, que generan dinero a gran escala.

   Creo que nadie puede debatirme que toda esa " realidad" que quieren mostrarnos es mentira. Habrá defensores que apoyen los realitys porque según dicen son "como la vida misma", ¿sinceramente no se dan cuenta de que todo está planificado para obtener dinero?En ese caso saltan con que claro, también es un concurso y en definitiva es a por lo que se va, a hacerse rico. Este tema ha sido bastante tratado,incluso a nivel cinematográfico, con la película "El show de Truman", ¿Hasta dónde se llega a manipular a dichos concursantes para que rindan el máximo de sí mismos?Últimamente, se está llegan a puntos infranqueables.

  Antes de exponer la noticia que me ha dejado totalmente asombrada os quiero transmitir esta pregunta: ¿Se prepara psicológicamente suficiente a los candidatos de dichos programas? La verdad es que no. Muchos de ellos no asumen que son productos, sí, productos, con una fecha de caducidad muy corta, una fama muy repentina y efímera difícil de gestionar emocionalmente.

La chispa a saltado en Francia. Desde 1997 18 personas se han suicidado tras finalizar el reality en el que participaban o han llegado a morir en él. Los franceses lo conocen de cerca. En 2010, dos concursantes acabaron suicidándose cuando se les acabó la fama. Y hoy se ha conocido la noticia de que en la versión francesa de "Supervivientes", han fallecido dos personas,al igual que en la versión búlgara y paquístaní. Pero para nada han obtenido pérdidas, la muerte es mucho más rentable y mediática que cualquier otra cosa. Los hechos ocurrieron de la siguiente manera:

   A los poco días de llegar a una de las islas paradisiacas de Thailandia, en medio de una prueba, el concursante Gerald Babin, comenzó a sufrir calambres en las piernas. Según el programa fue atendido rápidamente por el médico, llevado en embarcación a la ciudad, dónde le da un infarto por lo que se decide llevarlo en helicóptero al hospital, sufriendo otra parada cardiaca y falleciendo. El programa cesó su emisión pero el problema no acabó ahí.


   El médico, Thierry Costa, al que podemos ver en la imagen, se suicida apenas una semana después de la muerte del concursante en Camboya. Antes de eso un testimonio anónimo llegó a la prensa. Parece ser que el médico tuvo que esperar a que se finalizara la toma del juego para poder acceder al paciente, que se llevó 10 minutos boca abajo, en la arena, bajo el sol. Que cuando fue a atenderle, tuvieron que repetir la toma porque no "había quedado bonita". Varios testimonios más lo confirman. Yo me he quedado helada. ¿Tan poco vale una vida? El programa también fue criticado anteriormente por que se hacía que los concursantes llegaran a extrema delgadez para darle veracidad a la situación que vivían.

    El caso está a disposición judicial que ha abierto una investigación por homicidio involuntario por la muerte de Babin. No es que esto sea una muestra de que realmente están totalmente dejados " de la mano de Dios" los participantes en la isla, está todo controladísimo, aunque si se anuncia así, bajaría la audiencia, pero entonces, no se entiende cómo es que cada vez más se dan muertes.

    El médico y el concursante


Esta noticia, además de servirme para criticar los realitys, me ha servido para hacer una reflexión sobre el clase de personas que habitan en este mundo. No tienen toda la culpa los programas, los programas se hacen porque tienen audiencia. A la gente le da morbo ver morir (sólo hay que ver las imágenes de los telediarios), la gente quiere reírse de desgraciados que van a los programas a que se rían de ellos, quizás para decir mira mi vida no es tan desgraciada como la de ése, que están cortando con él delante de toda España. ¿Hemos avanzado algo desde la Edad Media en la que los bufones y enanos amenizaban las noches? Sinceramente creo que no, no hemos avanzado nada. Qué desastre de mundo.

Clara Beltrán Sanz

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1 comentario:

  1. Cada día tenemos peores programas de televisión. Se ha perdido el respeto al espectador y se busca la audiencia aunque sea a costa de poner en ridículo a los participantes en los programas. Se llega a más, se llega a jugar con estas personas convirtiéndoles en juguetes rotos que en algunos casos no se recuperan nunca del daño psicológico sufrido.

    La audiencia lo justifica todo y desgraciadamente este estilo de hacer televisión triunfa entre el público.

    Yo me pregunto si el gobierno tendría que intervenir y prohibir cierto tipo de programas que atentan contra el buen gusto y que sin duda pueden dañar a los más jóvenes telespectadores.
    Desde luego en estos programas no se suelen encontrar buenos ejemplos y el lenguaje utilizado suele ser poco conveniente para los más jóvenes.

    A mi juicio no deberían permitirse programas en los que se veja a las personas y mucho menos en horarios de audiencia infantil.

    Por otra parte la excusa de la libertad de prensa no puede valer para que en nombre de la misma se acose a las personas y no se les permita disfrutar de su intimidad.

    Estamos cayendo en una falta de respeto y todo vale para conseguir más audiencia.

    Hay que luchar por una televisión de más calidad con programas que fomenten valores, que eduquen y que entretengan pero respetando y enseñando a respetar a los demás.

    María Giles.

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