sábado, 13 de abril de 2013

Los "Niños Medicina"

Es noticia, cada vez más frecuente, el caso de los padres que deciden tener un hijo al que se selecciona genéticamente para que sea compatible con un hermano enfermo al que sólo un trasplante de médula ósea puede salvar. Las células sanguíneas del cordón umbilical son especialmente aptas para este objetivo.


¿Debe autorizarse esta forma de tratamiento que implica traer al mundo un nuevo ser que es seleccionado en función de su genética? ¿ Debe dejarse morir a un niño si es posible sanarlo? ¿Y tú qué opinas? 

Rocío Giles Mancilla 

1 comentario:

  1. Creo que el debate con este tema está servido, y además a la orden del día.

    La medicina no deja de evolucionar. Se investigan nuevas vías y métodos para intentar salvar cuantas más vidas mejor, pero hay casos como éste en el que la sociedad se divide.

    En primer lugar, es totalmente comprensible que unos padres a los que les digan que su hijo morirá a menos que tengan otro que pueda salvarle la vida no tengan que pensárselo mucho. La vida del segundo hijo no sufrirá ningún daño y su pequeño superará la enfermedad. La complejidad reside en el problema moral.

    El segundo hijo puede sentirse persona "objeto". No es un hijo deseado, se ha concebido para realizar una función concreta y ya. También después el problema puede empeorar. ¿Quién asegura a ese niño que no seguirá siendo utilizado para la salud de su hermano? Puede que los padres decidan transplantarle más órganos y dar preferencia en todo al primogénito. Se que puede resultar difícil pensar que unos padres hagan eso, pero el caso puede darse, es más, hay varias películas que tratan el tema.

    ¿Que se debe hacer? Quizás se pueda regular algún tipo de protección para el segundo hijo tras ayudar a su hermano pero se podría llegar a contradicciones. En cualquier caso este tema es complejo ya que la ideología y mentalidad de cada persona entra en juego. Lo que propongo sería una legislación que recoja y ayude e informe a los padres que decidan utilizar esta medicina y apoyarles. Pero en ningún caso dar la espalda a una posibilidad que ayudará a niños a superar la enfermedad.

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