miércoles, 15 de mayo de 2013

Una madre soltera marroquí vendió a su bebé por 3000€


En el verano de 2011, un matrimonio de Málaga ha sido condenado tras haber intentado comprar a dos bebés marroquíes e inscribirlos en el Registro Civil como si fueran hijos suyos.
Antonio, el marido, la sido condenado a 18 meses de prisión y 6 años de inhabilitación. Y Vanesa, su mujer, ha aceptado una pena de 6 meses de prisión por no tener ningún antecedente y tiene que pagar una multa de 3240€, al igual que su marido.
Llevaban mucho tiempo queriendo ser padres, pero no podían. Él estaba trabajando en Marruecos y contactó con una mujer de allí la cual le vendió su hijo por 1000€. Se lo llevó a su casa y lo tuvo 5 días, pero lo devolvió. Volvió a ir a Marruecos y habló con una muchacha marroquí a la cual le pidió su hijo por 3000€ para parecer que fuese su hijo pero de una relación extramatrimonial.
El bebé no llegó a manos del matrimonio malagueño, pues la embarazada confesó todos los hechos a la policía.
La joven madre que vendió a su hijo se arrepintió, y ha sido condenada a mes y medio a pagar 3€ de multa al día por denunciar la trama.
La mujer malagueña, al cabo del tiempo, pudo quedarse embarazada aunque con algunas complicaciones, pues estuvo dos meses en vigilancia intensiva.

Es una verdadera pena que madres vendan a su bebé, independientemente del dinero por el que lo venda. Una vida, desde mi punto de vista, no puede comprarse por dinero. ¿Qué opináis vosotros?
Aquí os dejo el enlace de la noticia.
Mercedes Redondo Alonso 

2 comentarios:

  1. Esta noticia es verdaderamente sorprendente. No entiendo como determinadas personas pueden vender o comprar a pobres hijos indefensos y tratarlos como si fuesen juguetes.

    En primer lugar, si vas a tener un hijo y posteriormente lo vas a vender, toma las precauciones correctas para evitar el embarazo o aborta cuando te enteres de que estás embarazada.

    En segundo lugar, si no quieres abortar porque estés en contra de este hecho, al dar a luz lleva a tu hijo a un centro de acogida o que los propios médicos al ver las condiones de la mujer en el parto llamen a asuntos sociales y recojan al bebé inmediatamente. Aunque las condiciones de un centro de acogida o de adopción no sean las más favorables, sé que hay muchas familias de acogida ansiosas por tener a un hijo porque tengan problemas para tenerlo o tan sólo por cuidar a una persona indefensa durante un tiempo y que al cabo de dos años el hijo ya sea reconocido en el Registro Civil con sus nombres y apellidos de los padres que le han acogido. Me parece vergonzoso la actitud de los padres que venden a sus hijos y también los mismos que los compran habiendo otras muchas alternativas.

    Estoy totalmente en contra de esto porque un niño no tiene precio, tiene toda una vida feliz y alegre por vivir que no tiene la culpa de que sus padres sean así y que tiene todo el derecho de vivir con una familia que verdaderamente lo quiera y no lo compren.

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  2. La verdad que cada día se encuentran más y más personas que por conseguir dinero llegan a un alcance de estos tipos. A puntos de tal irracionalidad como el vender a un hijo. ¿A quién se le ocurre tener esa cruel idea? Pienso que una de las cosas más bonitas de la vida es tener un hijo (espero que todos nosotros podamos disfrutar de ello algún día), y cualquier padre o madre con dos dedos de frente haría todo lo posible por cuidarlo, por proporcionarle una vida cómoda, por buscar su felicidad, por darle amor y por todas las cosas positivas que podamos pensar. Pero hay gente que no, que lo único que buscan es dinero, e incluso de plantean esta horrorosa idea.
    Como dicen mis compañeras, la vida de un niño no tiene precio. Es tanto el valor que es indispensable venderlo. De acuerdo con mi compañera, existen los centros de acogida, que aunque no sean todo lo deseable que quisiéramos, están ahí para estos casos. En cuanto a la familia que querían tener un hijo y no podían, hay otras formas de poder llegar al objetivo de tener un hijo. En mi caso, tengo una tía que no podía tener hijos y adoptó de Brasil a dos niñas y un niño, que ahora son mis primos y son maravillosos.
    Espero que este tipo de personas se vayan reduciendo y no ocurran más casos de este tipo.

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